Llevamos casi dos meses encerrados en casa, sin poder hacer nuestra vida «normal», sin poder abrazar a los amigos o a los abuelos… Casi dos meses donde el mundo ha cambiado y no estábamos preparados para gestionarlo.
¿Pero habéis visto a los niños?
¿Habéis visto cómo han entendido la situación y han aceptado que ya no pueden ir a la escuela?
¿Habéis visto cómo se han adaptado a una nueva metodología escolar, no siempre con los recursos materiales y emocionales necesarios?
¿Habéis visto cómo hacen los deberes y se conectan a videoconferencias sin quejarse de si tenían las suficientes competencias digitales o no…?
¿Habéis visto cómo se aguantan las ganas de quedar con los amigos para jugar?
¿Habéis visto cómo gestionan las noticias de muertos e infectados, los nervios de los padres y madres y la inseguridad de una situación nunca vivida?
¿Ahora que hace unas semanas que pueden salir a pasear por la calle, que sus sonrisas y gritos han vuelto a dar vida a la calle… los habéis visto?
¿Habéis visto cómo han respetado las medidas de seguridad establecidas?
¿Habéis visto cómo «riñen» a los padres si se pasan 5 minutos de la hora establecida?
¿Habéis visto cómo saludan desde lejos a los amigos o a los abuelos?
¡Yo sí que lo he visto!
He visto como los niños tienen ganas de volver a la normalidad. He visto las ganas que tienen de aprender lo que hay que hacer para adaptarse a la «nueva» normalidad.
Por lo tanto, si los habéis visto y habéis aprendido algo de ellos…
¿Por qué no os dejáis de quejar de las horas que tenéis que dedicar al teletrabajo?
¿Por qué no cambiáis de actitud y pensáis en cómo podéis aportar para superar la situación?
Por qué no os dejáis de protocolos incomprensibles y BAJÁIS LA RATIO (como hace años que se tendría que haber hecho!)
¿Por qué no confiáis en los niños?
Seguro, segurísimo, que han sido y serán los que cumplirán mejor las normas de seguridad y sanitarias. ¡Solo se lo tenemos que enseñar!

Nuestros hijos/as pequeños/as nos han dado y siguen dando una lección de comportamiento desde que todo esto comenzó. Tenéis mucha razón. Les hemos enseñado a cómo deben comportarse por esta pandemia y la han entendido mucho antes que nosotros los adultos. Son el futuro.