Actualizaciones continuas, distribuciones y gráficas, datos incompletos, repetidas comparaciones, peras con manzanas, que si el pico de la curva, que si el valor de R0, que si el pico de la curva ahora es un punto de inflexión, mascarillas, sí, no, sí, pero no, solo sí; proyecciones que se corrigen a sí mismas, predicciones que fallan un 300%, confusión…
Sobrecarga informativa: se refiere al estado de contar con demasiada información para tomar una decisión o permanecer informado sobre un determinado tema. (Wikipedia)
Y a muchos nos provoca inseguridad, miedo, y como no, un ansia por intentar entender lo que está pasando. ¿Y claro, para eso, no será mejor leer el siguiente enlace? El titular es atractivo, aquí encontraré respuestas. ¿Pero entonces la bola se hace más grande, será una trampa? Basta. Quizá lo mejor sea romper con esta dinámica, desconectar, simplemente descansar, pasar el rato, o quien quiera, formarse. ¿Y si en lugar de buscar respuestas fáciles que sacien nuestra ansiedad, intentásemos aprender conceptos fundamentales para encontrar respuestas formadas? Ay si hace 2 meses todos hubiésemos entendido qué es el crecimiento exponencial… ¿Estaríamos hoy así?