TELOS

Para Aristóteles, todo tiene un propósito o fin último. Si queremos entender lo que es algo, debe ser entendido en términos de ese fin último u objetivo, Telos.

Hasta hace muy poco uno de los objetivos de muchos de nosotros era formarnos profesionalmente hasta la extenuación para alargar nuestro perfil en linkedin y hacer frente a la nueva “amenaza”: la automatización del trabajo. Más robots, menos personas.

Según reputadas fuentes como la OIT “la evolución del mundo del trabajo requerirá el desarrollo de nuevas competencias y aprendizaje continuado durante toda la vida.

La automatización y la robotización, aumentarán la demanda de conocimientos técnicos sobre resolución de problemas e innovación. También habrá una demanda cada vez mayor de «técnicas flexibles», en particular capacidad para comunicar eficazmente, trabajar en equipo, lograr soluciones creativas para resolver problemas, socializar eficazmente y adaptarse a situaciones que evolucionen rápidamente.”

Y justo en eso estamos algunos, intentando comunicarnos más y mejor a pesar de ruido ensordecedor, trabajando en equipo (no todos) para que el barco sea tocado, pero no hundido, buscando soluciones diferentes a las que nos dicen los “expertos” económicos que nunca han sido pequeños empresarios o autónomos, socializando por teléfono o videoconferencia para escuchar el tono de voz del otro y sentir de verdad cómo van los ánimos, y sobre todo ADAPTÁNDONOS a un nuevo escenario surgido no culpa de los robots sino de nuestra lucha contra la naturaleza.

Deja un comentario